Artículo publicado para la revista «El mundo del perro» en su versión física Num. 351
El siguiente artículo se publicó en una de las revistas caninas más importantes de España «El Mundo del Perro Num. 351» en donde nos invitaron a escribir un artículos de contenido «libre» acerca del Golden Retriever, nuestra raza. También incluyeron en las publicaciones algunas fotografías de nuestros perros. ¡Fue un verdadero honor!
La naturaleza está siempre en continua evolución. Partiendo de esta premisa, está claro que todas las especies avanzan, mejoran, y se adaptan a las circunstancias. El mundo canino también cambia, cada raza evoluciona hacia nuevos parámetros; los “Retrievers”, han sufrido multitud de cambios desde su creación. Dentro de los Retrievers, me limitaré a hablar del Golden, raza que estudio y crío.
El golden Retriever es una raza relativamente “moderna”, si tenemos en cuenta que hay razas que se conocen desde hace miles de años. El origen de los primeros Golden Retriever se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, en Inglaterra. Los primeros ejemplares destacaban por su aptitud para la caza, particularmente para el cobro, esto, requería de individuos incansables que fueran físicamente muy fuertes, también se necesitaban perros obedientes pues debían de estar predispuestos a entregar la presa.
Hoy en día el Golden Retriever mantiene la esencia de sus lejanos antepasados, pero también es verdad que ha sufrido sustanciales cambios. Muestras de estos cambios se pueden apreciar en cualquier exposición de belleza actual, que son fieles reflejos de la realidad y del sendero que toma la raza; en general hoy en día el Golden Retriever es estéticamente más vistoso, más esbelto, de contorno suave pero con líneas bien marcadas (angulaciones, inserciones, pecho, etc), expresión más dulce, incluso el color del manto ha cambiado, la tendencia es hacia un dorado mucho más claro, casi blanco, si bien es verdad, que el color es cuestión de gustos y de modas.
Los primeros ejemplares de exposición que se conocen, y que se han descrito y fotografiado eran ejemplares más bastos, cuello más corto, línea dorsal irregular, angulaciones traseras muy escasas, etc. Pero el trabajo de muchos criadores europeos durante todos estos años han dado sus frutos: un Golden de aspecto más bello y con sustancia. Otro aspecto que se ha cuidado mucho ha sido el carácter, consiguiendo ejemplares cada vez más sociables, que lo han convertido en un perro de familia excelente, pero sin perder sus aptitudes para el cobro.
En la actualidad el Golden, como el resto de razas, sigue evolucionando, su camino morfológico lo marcan los jueces en las exposiciones de belleza con sus valoraciones, muchas veces, sin ajustarse al patrón marcado por la FCI pues, por ej: hay líneas europeas de Golden sobretipados, con dimensiones y pesos por encima del estándar, sin embargo, objetivamente esto también es parte de la evolución. Otro hecho, aunque no visible físicamente, pero de gran importancia en la evolución del Golden, es la transmisión de enfermedades hereditarias. Actualmente hay un relativo alto porcentaje de individuos que tienen enfermedades hereditarias o potencialmente hereditarias.
Hay que tratar de erradicar las taras genéticas más graves, este es un trabajo en el que los Club de raza y los criadores comprometidos estamos haciendo un gran esfuerzo para eliminarlas en la medida de lo posible; con las pertinentes pruebas de: caderas, codos y ojos, se puede confirmar si un ejemplar es apto o no es apto para la cría. Hay estudios hechos en otras razas (pastor alemán, por ej), que corroboran que la selección de ejemplares sanos para la cría disminuyen notablemente los casos de enfermedades hereditarias en las generaciones posteriores. Queda un largo camino por recorrer pues hay “criadores” que hacen cruces indiscriminados, pero el esfuerzo para los amantes de la raza, siempre va a merecer la pena.
Para conocer el Golden de nuestros días, es necesario conocer la historia y orígenes de la raza, al igual que para entender la situación, costumbres, régimen, etc de un país es necesario estudiar su historia. Y para conocer el futuro de la raza… hay que esperar.
Jaime Macías González – «Carnaval Dorado»